Hay un documental del músico y productor Quincy Jones que comienza relatando cómo entró en un coma diabético por cuatro días. En una escena, lo vemos despierto en el hospital, rodeado de su familia y con un sudoku arriba suyo.
Cuando hacemos un sudoku, en el cerebro se activan distintas áreas relacionadas con la capacidad de solucionar problemas, el razonamiento abstracto y la memoria.
Hacer sudokus para mí es como meditar: requiere de presencia, concentración sostenida y paciencia. Comienza en desorden y termina en armonía. A medida que se van descubriendo números, se revela su orden oculto.
Hay algo también del entendimiento, el acierto, que genera cierta satisfacción y ayuda a calmar la ansiedad. Esto lo convierte en un lugar seguro para mí, como también vi que lo era en Quincy Jones.
“queeny vibes” es una playlist que hice para escuchar a la mañana mientras hago sudokus.
Este fue el envío número 36 de “ a.m. “.